El consumo de drogas en los entornos escolares

Se pueden generar entornos saludables en donde los jóvenes tengan una adolescencia segura en pro al desarrollo humano y social, potencializando las capacidades innatas de los jóvenes desde el trabajo con la comunidad, de forma articulada, con una construcción de saberes bidireccional, para entender de una manera mucho más acertada el contexto, necesidades y problemáticas que se presentan en la comunidad, entendiendo que el consumo de sustancias psicoactivas le ha arrebatado a la sociedad millones de personas -en especial niños y jóvenes-, debido a que en esta se encuentra un refugio y solución automática y poco duradera.

El desarrollo a través de los tejidos sociales que se gestan en las comunas se percibe como una fuente de gran importancia para la construcción de sociedades justas, equitativas y con ambientes sanos para el libre desarrollo de la personalidad.

Es así que el desarrollo a escala humana demuestra el cómo los seres humanos se crean necesidades para suplir la ausencia de algo más, por lo que se relaciona el consumo de sustancias psicoactivas con el hecho de querer suplir o llenar estos vacíos, para tratar de cambiar el contexto en el que se vive; lo cual esto genera una respuesta contraria en el entorno socio-afectivo y educativo de los niños y jóvenes que son la población que identificamos como sensibles dentro de los entornos escolares.