LA TELESALUD Y LA TELEMEDICINA EN LA ACTUALIDAD

Telesalud y telemedicina, aunque sean términos poco conocidos por muchas personas hasta ahora, son servicios que en realidad llevan tiempo desarrollándose, solo que a raíz de la necesidad de disminuir las posibilidades de propagación de la enfermedad COVID-19 con las visitas al médico estas modalidades de atención en salud se han visto mucho mas implementadas por su relevancia al permitir el acceso a la salud de diferentes poblaciones en diversos lugares del mundo.

“La telesalud por su parte es el conjunto de actividades relacionadas con la salud, servicios y métodos, que se llevan a cabo a distancia con la ayuda de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones. Esta incluye dentro de sí a la telemedicina y la teleeducación en salud”.

Así, la telemedicina, como rama de la telesalud, es aquella que “provisiona los de servicios de salud a distancia en torno a la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las personas; con el propósito de facilitar el acceso y la oportunidad en la prestación de servicios a la población que presenta limitaciones de oferta o acceso a los servicios, o de ambos en su área geográfica”.

La telesalud en sus distintas aplicaciones se lleva acabo por medio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para poder brindar los servicios de atención e información a distancia. Así, para la implementación de la telesalud, y en la telemedicina en especial, se presentan varios retos que se relacionan principalmente con la desconfianza al proceso por parte de los pacientes, la poca experticia en esta modalidad en los profesionales de la salud y también con el uso de la tecnología. Con el fin de aclarar un poco más el tema se presentarán las ventajas y desventajas que pueden conllevar este tipo de atención en salud.

Entre las ventajas, en primer lugar, se tiene que estas herramientas permiten el acceso a la salud a personas que no pueden hacer uso fácilmente de los servicios médicos, mejorando la calidad de vida en ellas, o para quienes desplazarse a los lugares de consulta implica un gran esfuerzo; en resumen, estos recursos tecnológicos optimizan la atención, ahorran tiempo y los costes de esta por los desplazamientos que no son necesarios, entre otros factores. Además, también favorecen el trabajo en equipo de los profesionales de la salud, facilitando que los pacientes obtengan segundas opiniones de otros profesionales y se brinde una atención más segura.

Como desventajas o problemas para su correcto desempeño, tenemos que aún la telemedicina no ha sido tan bien desarrollada e implementada en su potencial, pues existen muchas barreras para su generalización, esto a causa de que los mismos trabajadores de la salud que son encargados de aplicarlas se resisten a hacerlo porque no es lo que conocen y hacen diariamente, o sea se resisten al cambio; otros por su parte están más abiertos a las posibilidades que ofrece la telemedicina pero en el camino encuentran otro tipo de barreras como un bajo nivel de formación en este contexto, la carencia de los equipos idóneos para realizar la labor tanto por parte de sus lugares de trabajo como del acceso limitado de los pacientes a la tecnología, sea por falta del recurso o de conocimiento; además también se encuentran con la falta de apoyo económico e institucional y/o con la aceptación y satisfacción reducida que muchos de los pacientes demuestran frente a este tipo de servicio.

Por tanto, para que los programas de telemedicina tengan el impacto positivo en la salud de las personas en la medida de su verdadero potencial, se debe de contar con el recurso humano, con los medios y con el compromiso por parte de todos los involucrados, en especial del gobierno, para que se cuente con todas las herramientas necesarias para su implementación y continuación.