LA FATIGA VISUAL
En cualquier trabajo que realicemos le exigimos a nuestros ojos mantenerse funcionando, lo que significa que podemos poner
en riesgo nuestra visión y el funcionamiento de nuestros ojos si no adoptamos hábitos para cuidar la salud visual.
Además de esto, hay que tener en cuenta que determinadas labores o tipos de trabajo pueden hacer que se presenten mayores riesgos para la salud visual que en otros; esto está determinado por las tareas que se tengan que desarrollar, como el concentrarse por mucho tiempo mirando una misma cosa y más si es una pantalla por ejemplo; también por el ambiente al que se esté expuesto, como la luz, la temperatura y la contaminación; y por otra parte, por la cantidad de tiempo que se realice dicha actividad sin un oportuno descanso.
La fatiga visual es una de los primeros y más comunes problemas que se presentan, los síntomas que presenta una persona con fatiga visual son variados y a veces inespecíficos; estos pueden ser:
Visuales: como visión borrosa, doble, o lagrimeo.
Oculares: pesadez, enrojecimiento, sequedad ocular, fotosensibilidad.
Síntomas no oculares: dolor de cabeza, náuseas, vértigo, rigidez o dolor en cuello, hombros, espalda o articulaciones.
Como parte de la prevención de estos múltiples problemas, se deben de adoptar varias medidas, entre ellas están:
Tener una iluminación confortable en su puesto de trabajo, evitando la luz solar o artificial directa a los globos oculares, y también los reflejos de esta en la pantalla.
Preferir la iluminación natural a la de una lámpara, y cuando sea necesario esta debe ser de preferencia blanca.
Regular el brillo de la pantalla, máximo a un 80% y en especial si es de noche.
Colocar la pantalla al nivel de sus ojos o un poco por debajo de estos, y a una distancia de aproximadamente 60 cm.
Si es posible alternar la visualización de la pantalla con elementos impresos para descansar la vista.
Si es posible aumentar el tamaño de los elementos a visualizar.
Realizar pausas periódicas de 10 minutos por cada 90 minutos de trabajo que implique una pantalla; en estas pausas deberás realizar distintos ejercicios oculares los cuales se explicarán en un siguiente post.
Si tienes lentes formulados úsalos adecuadamente y si la resequedad o el cansancio visual continúa o empeora debes consultar con un oftalmólogo u optómetra para una evaluación.
