PAPEL DE LA ALIMENTACIÓN EN EL ENVEJECIMIENTO SALUDABLE
Ha sido demostrado que la alimentación en los adultos mayores es significativamente importante para alcanzar un envejecimiento saludable y que a su vez influye en una mejor calidad de vida, esto adquiere una mayor relevancia al conocer que los procesos por los que cursa el cuerpo humano, además de los factores psicológicos y sociales asociados al envejecimiento afectan la ingesta, la absorción y el metabolismo de los alimentos; lo cual es un aspecto fundamental en la salud nutricional de las personas aumentando el riesgo de padecer desnutrición u obesidad (1), y teniendo en cuenta que muchas de estas condiciones pueden desencadenar depresión y trastornos de auto imagen.
La alimentación resulta determinante en los procesos de salud-enfermedad de todas las personas pero tiene aún más importancia e impacto en los adultos mayores porque estos tienden a presentar alteraciones de los órganos de los sentidos, bucales o digestivas, efectos adversos causados por los medicamentos que toman, además de otros factores como la menor autonomía funcional, la demencia y la viudez. En la mayoría de los casos, la desnutrición se relaciona con condiciones socioeconómicas adversas, estados depresivos y ciertos factores funcionales y psicosociales inherentes al envejecimiento como lo son la soledad, el aislamiento familiar, la falta de cuidado y la disfunción familiar que los hace especialmente suceptibles de padecer problemas nutricionales (2). La desnutrición a su vez afecta al sistema de defensas aumentando la predisposición a infecciones, retrasa la cicatrización de las heridas y favorece la aparición de problemas cardiacos, respiratorios, digestivos, metabólicos y endocrinos (3).
Es así como al promover y adoptar cambios alimentarios saludables de acuerdo a las necesidades propias de cada persona dependiendo de su estado de salud y su estado funcional se puede mantener una salud óptima en el proceso de envejecimiento y minimizar los riesgos de padecer múltiples enfermedades como la osteoporosis, la hipertensión arterial, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, colesterol alto, caries dentales, entre otras.
Referencias
Alvarado A., Lamprea L, Murcia K. La nutrición en el adulto mayor: una oportunidad para el cuidado de enfermería. Enferm. univ [internet] vol.14 no.3 México jul./sep. 2017 [consultado el 5 de octubre del 2019]. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-70632017000300199
Carrazco K, Tene C, Elizalde A. Disfunción familiar y desnutrición en el anciano. Rev Med Inst Mex Seguro Soc. 2015.
López E, Iribar M, Peinado J. La circunferencia de la pantorrilla como marcador rápido y fiable de desnutrición en el anciano que ingresa en el hospital. Relación con la edad y sexo del paciente. Nutr Hosp, 2016.