Visitas al MV
Cuando se obtiene una mascota pocos tienen en cuenta las responsabilidades que adquieren con un ser que está completamente vivo. Entre estas se encuentra las visitas al veterinario que, lamentablemente, siempre ocurren cuando la mascota muestra signos de encontrarse enfermo y es cuando se lleva de forma urgente esperando la salvación. Muchas veces, las enfermedades se encuentran silenciosas y se necesitan exámenes para ser detectadas antes de que empiecen a alterar la vida de las mascotas; y muchas otras, muestras signos cuando ya es bastante tarde para que el animal tenga una vida normal sin problemas.
Las visitas con el médico veterinario deberían ser, como mínimo, una vez al año con el fin de realizar un chequeo completo del animal para eliminar la posibilidad de estar presentando alguna alteración silenciosa. Aquellos animales en los cuales sus progenitores y/o hermanos de camada hayan tenido historial de enfermedades metabólicas y hormonales, deben presentarse más regularmente para mantener un control sobre el estado de sus funciones endocrinas y metabólicas.
Además, así como para los humanos es necesario conocer el historial médico personal y el estado de vacunación, para los animales también. Por lo cual es necesario tener presente e informar al médico veterinario sobre enfermedades que se hayan presentado en el animal con anterioridad, y el estado de desparasitación y vacunación que cuenta en el momento de la consulta. Ser honestos con estos datos ayudarán al profesional para enfocarse en el momento de realizar la consulta médica, optimizando el tiempo y el diagnóstico.
Responder a las preguntas realizadas por el profesional de forma honesta y clara también son pautas importantes para el momento de realizar la consulta. Tenga en cuenta que los médicos veterinarios han estudiado y pueden saber cuando un propietario está mintiendo sobre la cronicidad del cuadro presentado por un paciente, y las mentiras solo harán el diagnóstico más complicado y, en muchos casos, puede llegar tarde. No espere a que el animal se vea realmente mal para llevarlo a una consulta, nadie mejor que los propietarios para notar los cambios en el comportamiento de los pacientes que pueden indicar un problema de salud.
Al momento de llevar al animal al veterinario tengan en cuenta llevarlo siempre con traílla, llevar el carné de vacunación y, con los gatos, siempre llevarlo en un guacal de un material duro, puesto que es más cómodo para ellos. Recuerde que un adulto responsable siempre debe encontrarse durante el examen clínico y es quien debe figurar como el propietario responsable del animal. Aquellos animales que tengan historial de agresividad deben ser llevados con bozal a la consulta y debe informarse al personal sobre su temperamento; con los gatos, lo ideal es mantener cubierto el guacal mientras espera la consulta para evitar que estos se pongan ansiosos por su temperamento nervioso.
