Hidroituango, el oropel paisa.
La megaobra de infraestructura eléctrica que esperaba abastecer al país con energía sostenible y exportar en la región este recurso, esta desangrando a los colombianos y su territorio; Se va a producir energía a todo costo pero para los ricos, porque los pobres no van a tener como disfrutarla. Hidroituango nace de una loable intención pero el proyecto se permeó de ambición llevándose por delante las buenas intenciones con las que se fundamento dicha inversión, ahora no es más que un falso oro que busca engrandecer la lista de logros de una empresa y sus propositores a toda costa, dejando sin vida al medio ambiente y sin sostenimiento a miles de familias.
La construcción es tan polémica que tiene al país entero opinando sobre ella, incluso la discusión a sobrepasado las fronteras nacionales, el debate se viene dando desde el 2010 cuando iniciaron las primeras obras en el noroccidente del departamento de Antioquia, comprometiendo a muchos municipios y la conexión fluvial del centro del país que va a desembocar al Mar Caribe en el departamento del Atlantico, Hidroituango se apoderó del Río Cauca justo antes que fuese a desembocar al Río Magdalena.
Aunque los beneficios del proyecto energético de EPM puedan ser muchos, ¿a qué costo se hacen justificables? El daño socioambiental es incalculable, además la naturaleza del proyecto su concepción le da utilidad limitada, pues el agua represada con el tiempo se comienza a sedimentar. Entonces, estamos arriesgando tanto, perdida del ecosistema, afectaciones viales, malformación de la topografía y la destrucción de dinámicas sociales por 50 años de hidroenergía.
Basándonos en lo expresado anteriormente, este proyecto no solo ha supuesto una perdida social, ambiental y económica para el país, muy lamentable sí, sino que como un boomerang ha golpeado directo en el ego de sus impulsores y ha acabado con la reputación de una empresa que gozaba del cariño de los antioqueños y que era el orgullo de un país. Años de trabajo arduo y consiente se han perdido por el capricho que supone no reconocer los errores, hidroituando es mucho más que una mala idea, es la terquedad humana que pone por encima su propia verdad sobre las evidentes consecuencias externas. EPM hecho por el río 64 años de trabajo y esta no solo matando a la segunda corriente fluvial del país, sino que con ella esta sepultando el valor ético de una empresa de tradición.
