SEMANA SANTA

En nuestro estrictamente católico país, disfrutamos de más de 8 “festividades religiosas” que son a su vez, días no laborales y una ocasión perfecta para descansar o pasear. Incluso los más devotos quieren vivir sus ritos lejos de casa, ojalá en un lugar que estén conociendo y si tiene mar, pues mucho mejor. Semana santa, que trae 2 de esos días juntos antes de fin de semana es esperada por muchos. Qué bueno que al viajar este año en estos “días de fiesta” todos los recuerdos que nos queden sean de lo más agradables.

Ir ligero de equipaje está bien, sin olvidar todo lo que sea importante: muy buena hidratación para el camino, bloqueador solar, protección ocular, vestimenta adecuada para el destino. Quien vaya manejando deberá tomar pausas activas al menos cada 2 horas, garantizando su estado alerta, o en viajes muy extensos es más recomendable ir rotando el conductor. El camino se hace mucho más agradable con buena música en tono adecuado y compartiendo comida e ideas con todos los que viajen con nosotros.

Es importante planear y prever para evitar que algo inesperado nos arruine la experiencia. Viajar días antes o después del llamado “plan retorno”, tanto de ida como de vuelta, evita que una de las anécdotas sea un aburrido y extenso embotellamiento. Tengamos mucho cuidado con quienes estén a nuestro cuidado esos días como los adultos mayores, mascotas o niños para que también puedan disfrutar a su medida y capacidad.

Su actitud es determinante en que tanto disfruta estos días, sin importar si usted vive “las fiestas” desde su fe o simplemente saca un descanso. En todos los casos, lector, lo invito a sacar provecho de estos días para sí mismo: Lea algo nuevo, conozca lugares, haga lo que le plazca y por favor, descanse, descanse mucho.