GENERACIÓN Z
Los investigadores han estado discutiendo por años las diferencias generacionales, especialmente cuando se trata de los jóvenes adultos nacidos entre 1984 y 1998: Los Millenials (Generación Y).
Pero ahora, hay una generación que se está convirtiendo en una fuerza cultural muy fuerte. ¿Cuáles son sus valores? ¿Qué están buscando? ¿Cuál es su posición frente a la fe en Cristo? El instituto Impact 360 y Barna Group hicieron una investigación sobre la generación Z (el estudio fue publicado en Enero del 2018), nacidos entre 1999 y 2015. Por cierto esta generación es más grande que los Millenials, por lo tanto son los nuevos “marcadores en tendencias”.
Necesitamos entender sus características, saber cómo conectarnos y responder a sus expectativas, de tal modo que acertadamente podemos “ganarlos para”.
Características
“Screenagers”. Su mundo está definido por todo lo que puedan hacer desde y con sus pantallas (IPad, Smartphones, monitores, etc.) Un poco más del 57% usa sus pantallas por más de 4 horas diariamente.
Presentan orientación fuerte hacia la independencia financiera y hacia el éxito, visto como completar sus estudios y tener una carrera profesional.
Su contexto es “port-cristiano”, lo que quiere decir que muchos no han sido expuestos a una iglesia, ni a Cristo. De otro lado, hay una mayoría que no está interesada en tener una afiliación religiosa por llamarlo de algún modo, se declaran agnósticos, ateos, o “nada”; no implica que haya hostilidad hacia Dios, sino que piensan que no es tan relevante para ellos. Los jóvenes cristianos están encontrando mayores dificultades como nunca antes, a la hora de compartir su fe.
Construyen su identidad o entorno a los “Like” o “Me gusta”n en sus publicaciones en rede sociales. A pesar de ser tan hábiles en éste tema, no es que sean más “sociales”, el efecto es de aislamiento.
Internet (Google) se convierte en la fuente de respuestas a preguntas trascendentales, sobre sexo y espiritualidad. Si no encuentran respuestas claras en 30m segundos, abandonan el tema.
Para relacionarse con ellos
Se les debe mostrar que no puede haber justicia, sin primero conocer la verdad.
Por más que “no creas” siempre existirán consecuencias.
Los padres de familia deben encargarse, como prioridad 1 del desarrollo espiritual de sus hijos en casa. Finalmente, ellos son los más influenciadores, y las conversaciones cruciales están en sus manos. Si ellos no ofrecen explicaciones, Internet siempre estará disponible.
Orientarlos a redirigir su atención del “hacer” al “ser”.
