El misterio de la amnesia disociativa
La amnesia disociativa es la amnesia originada por un acontecimiento traumático o estresante, que produce una incapacidad para recordar información personal importante. También es conocida como amnesia funcional o amnesia psicógena, caracterizada por una fuerte pérdida de memoria provocada por un episodio intenso de estrés psicológico, y que no puede atribuirse a causas neurobiológicas. Se caracteriza por la presencia de amnesia retrógrada (la incapacidad de recuperar recuerdos almacenados previamente) y la ausencia de amnesia anterógrada (la incapacidad de crear nuevos recuerdos a largo plazo).
Existen dos tipos de amnesia disociativa: global, y específica de situación. La amnesia global, también conocida como fuga disociativa, consiste en una súbita pérdida de la identidad personal que puede durar desde unas horas hasta varios días, y suele estar precedida por un estrés severo o un estado de ánimo deprimido. Se trata de un trastorno muy infrecuente, y suele remitir espontáneamente con el tiempo, pudiendo ser útil la terapia.
La amnesia disociativa específica de situación tiene lugar como resultado de una experiencia extremadamente estresante, como ocurre en el caso de un trastorno por estrés postraumático, el abuso sexual infantil o situaciones de combates militares, así como en aquellas situaciones en las que se es testigo de algún acontecimiento impactante, como el asesinato de un familiar cercano.
Actualmente hay varios tratamientos disponibles para los pacientes de amnesia disociativa, pero no existen estudios suficientemente fiables acerca de la efectividad real de cada uno de ellos. El tratamiento psicoanalítico utiliza el análisis de los sueños, la interpretación y otros métodos psicoanalíticos para facilitar la recuperación de los recuerdos reprimidos. La medicación y las técnicas de relajación (junto al uso de benzodiazepinas y otras drogas hipnóticas) ayudan a infundir en el paciente una sensación de relajación que posibilite la recuperación de los recuerdos.