Demencia vascular
Las demencias vasculares son debidas a un accidente cerebrovascular o múltiples episodios que provoca que la circulación sanguínea deje de regar una parte del cerebro, lo que causa la muerte de las neuronas afectadas.
Esta es una de las pocas demencias que se pueden prevenir, evitando o controlando los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, que pueden producir aterosclerosis, o la diabetes, para reducir así las posibilidades de padecerla en el futuro.
Las causa más común de demencia vascular es el accidente cerebrovascular que es una interrupción en el flujo sanguíneo de cualquier parte del cerebro. Si el flujo de sangre se detiene por más de unos pocos segundos, el cerebro no puede obtener oxígeno, por lo tanto las células cerebrales pueden morir, causando daño permanente.
Cuando estos accidentes cerebrovasculares afectan una zona pequeña, puede no haber ningún síntoma. Estos se denominan accidentes cerebrovasculares silenciosos. Con el tiempo, a medida que más zonas del cerebro resultan dañadas, empiezan a aparecer los síntomas de la demencia.
Los síntomas de la demencia vascular varían según la parte del cerebro en donde el flujo sanguíneo se ve afectado. Suelen coincidir con los de otros tipos de demencia, en particular, los de la enfermedad de Alzheimer. Estudios realizados demuestran que las personas que tienen síntomas de demencia suelen tener cambios cerebrales típicos de más de un tipo. Algunos médicos llaman a esta enfermedad «demencia mixta».
