SÍNDROME DE RESPUESTA INFLAMATORIA SISTÉMICA
La sepsis conocida como Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS) es una enfermedad grave. Sucede cuando el cuerpo tiene una respuesta anormal inmunitaria a una infección bacteriana. El sistema inmune del paciente actúa de forma desproporcionada o con menor intensidad de lo necesario frente a la infección. La cual desencadenan una inflamación generalizada, lo que conduce a la formación de coágulos de sangre y la filtración de vasos sanguíneos. Esto causa un pobre flujo sanguíneo, lo que priva a los órganos de nutrientes y oxígeno. En los casos más serios, uno o más órganos puede fallar como el cardíaco o el respiratorio, que dejan de funcionar con eficacia y regularidad. En el peor de los casos, la presión arterial baja y el corazón se debilita, lo que lleva a un shock séptico.
Esta enfermedad se puede presentar en cualquier persona, pero las personas con más probabilidad de adquirirla son:
1). Personas con sistemas inmunitarios debilitados
2). Bebés y niños
3). Personas mayores
4). Personas con enfermedades crónicas, como diabetes, SIDA, cáncer y enfermedad renal o hepática
5). Personas que sufren de una quemadura severa o trauma físico
SÍNTOMAS: Escalofríos, Delirios o confusiones, Fiebre o hipotermia (bajadas de temperatura), Mareos, Aumento de la frecuencia cardiaca, Temblores, Erupciones cutáneas que implican cambios de textura o de colores en la piel, Incremento de la temperatura de la piel.
TIPOS:
Sepsis: se presenta la enfermedad sin que falle ningún órgano.
Sepsis grave: son los casos en los que falla un órgano o se produce una bajada de tensión que se puede corregir adecuadamente con tratamiento. Shock séptico: en estos casos se produce una caída importante de la tensión que requiere un tratamiento urgente e intenso con fármacos de forma continuada.
Para prevenir una sepsis es evitar las infecciones que las originan, como tener al día las vacunas y consultar ante el personal adecuado si se presenta uno d ellos síntomas mencionados anteriormente.